sábado, 13 de septiembre de 2014

Piocolecisto


El diagnóstico de piocolecisto es difícil. Hay que integrarlo de acuerdo con los antecedentes del paciente; a menudo se relaciona con historia de compromiso inmunológico, estrato socioeconómico bajo, cuadros recurrentes de cólico biliar e incluso de colangitis aguda. En los hallazgos clínicos hay que buscar datos de respuesta inflamatoria sistémica, así como datos locales de irritación peritoneal, además de tener una alta sospecha al encontrar un cuadro de colecistitis aguda, moderada o severa; grado II o III respectivamente (Tokyo Guidelines. J Hepatobiliary Pancreat Surg 2007)

Colecistitis aguda Grado I
      a) Paciente saludable sin disfunción orgánica
      b) Cambios inflamatorios leves en la vesícula biliar
Colecistitis aguda Grado II
a) Duración de la sintomatología por más de 72 horas
b) Plastrón en hipocondrio derecho
c) Inflamación local importante
d) Leucocitosis (mayor a 18,000)
Colecistitis aguda grado III
a) Disfunción cardiovascular (hipotensión, la cual requiere uso de dopamina a dosis alfa o beta; necesidad de dobutamina)
b) Déficit neurológico
c) Disfunción respiratoria (Pa02/Fi02 menor a 300)
d) Disfunción renal (oliguria o creatinina mayor a 2)
e) Disfunción hepática (INR mayor a 1.5)
f) Disfunción plaquetaria (Plaquetas menores a 100,000)

Las complicaciones de la colecistitis aguda, en especial el piocolecisto, son un reto diagnostico aun con la gran calidad de estudios de imagen disponibles y la amplia gama de laboratorios disponibles. Al presentarse estas, con formas atípicas, retrasan el tratamiento definitivo y elevan la morbilidad como la mortalidad, y los costos de la atención médica. En la mayor parte de los casos se transforman en colecistectomías difíciles o incluso ¡Imposibles!, aumentando el riesgo de lesión de la vía biliar, lesiones vasculares importantes y daño a vísceras huecas.  

0 comentarios:

Publicar un comentario