viernes, 5 de julio de 2019

El centro de tratamiento que utiliza haces de protones


El centro de tratamiento con protones del Hospital General de Massachussets (HGM) utiliza haces de protones para irradiar tanto tumores benignos como cáncer. Este tipo de tratamiento aprovecha al máximo las dosis de protones y minimiza la descarga sobre los tejidos sanos circundantes. Todo comenzó en la década de los 60´y 70´ del siglo pasado, cuando los pioneros, neurocirujanos y oncólogos del HGM, trabajando en el laboratorio Cyclotron de Harvard, descubrieron por primera vez en el mundo como aprovechar el extraordinario comportamiento mostrado por los protones de alta energía para el cuidado médico, un fenómeno conocido como el pico de Bragg. Al utilizar protones en lugar de rayos x convencionales, los médicos podrían dosificar radiación de una manera más directa y precisa sobre los tumores y células cancerosas, lo que causaría menos daño a los tejidos sanos circundantes.
El MGH es uno de los primeros hospitales en el mundo en establecer su propio centro de tratamiento basado en protones, pasando del tratamiento de pacientes en un entorno experimental al moderno centro de tratamiento con protones Francis H. Burr. Desde el 2001, miles de adultos y niños han recibido un tratamiento altamente personalizado y basado en equipo, con avances en imagen y tecnología que hacen que el tratamiento con haces de protones sea cada vez más preciso.
¿Cuáles son los principios de l terapia con haces de protones?
Las lesiones de formas irregulares cercanas a estructuras críticas, tumores en niños, y grandes tumores cercanos a cualquier órgano crítico son lesiones adecuadas para esta modalidad de tratamiento. Los protones tienen una ventaja física sobre los rayos gama y rayos X cuando se trata de preservar el tejido normal. Los protones depositan la mayoría de su energía radiactiva en lo que es conocido como Pico de Bragg, el cual ocurre en el punto de más grande penetración de los protones en los tejidos. La profundidad exacta que penetran los protones, y en el cual ocurre el pico de Bragg, es dependiente de la energía o modulación del haz de protones. Esta energía puede ser controlada de una manera muy precisa para colocar el pico de Bragg dentro del tumor u otro tejido que sea etiquetado para recibir la dosis de radiación. Debido a que los protones son absorbidos en este punto, los tejidos normales circunvecinos reciben escasa o nula radiación. Los tumores pueden tener formas irregulares, y pueden estar localizados cerca de órganos críticos. La forma, el tamaño y la localización de los tumores en todos los pacientes son únicos. El hardware es específico para cada paciente, el cual ayuda a modelar el haz de protones, es personalizado para maximizar la dosis al tumor mientras que se minimiza la radiación a tejidos normales. Así mismo, la formación del haz de protones también puede ser controlada por un escáner magnético a través del volumen tumoral. Finalmente, apuntar los haces de protones, cada uno con una configuración de campo personalizada, asegura que la radiación a tejidos normales se reduzca tanto como sea posible. Leer más...

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