Un niño
de dos años y medio de edad fue llevado a la sala de urgencias después de tener
convulsiones por fiebre secundaria a enfermedad de vías respiratorias
superiores. El adulto que vio las convulsiones estaba preocupado de que el niño
tuviera paro respiratorio, así que inició compresiones torácicas y apoyo
respiratorio. El niño recuperó la conciencia después de aproximadamente 1
minuto. Durante la exploración física el niño estuvo despierto e interactivo, y
la exploración neurológica no mostró déficits. Sin embargo, se le miraba
incómodo, y su abdomen se volvió distendido, timpánico y doloroso. Se realizó
una radiografía del abdomen que mostró neumoperitoneo. No se notaron fracturas
costales. Durante la laparoscopía exploradora se encontró una perforación en la
pared posterior del estómago, sin liquido libre peritoneal u otras
anormalidades de intestino delgado o grueso. Se pensó que la ruptura gástrica fue
causada por el barotrauma por distensión gástrica aguda durante la reanimación.
La perforación fue reparada quirúrgicamente. El paciente permaneció en el
hospital 3 días, y no se observaron problemas gastrointestinales o lesiones adicionales.
Se recuperó de la cirugía y la enfermedad respiratoria aguda sin incidentes. En
el seguimiento 6 meses más tarde, su crecimiento y desarrollo fueron adecuados. Fuente: Masson A, Cheron G. Pneumoperitoneum from a
gastric perforation. NEJM 2019, 381: 75.
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