El estrés puede
ser un estimulador positivo, cuando surge con moderación. Pero mayores niveles
de estrés pueden provocar una liberación mayor de adrenalina que nos puede
llevar a un estado de excitación que motive un instinto de supervivencia para
superar la tarea. Pero si el estrés persiste durante largos períodos de tiempo,
entonces nuestro sistema comienza a cerrarse.
El estrés sostenido
durante largos periodos de tiempo deteriora nuestra capacidad para tomar
decisiones, incrementa los conflictos entre compañeros de trabajo, limita nuestra
capacidad para procesar información de forma clara y dificulta nuestra
capacidad para mantener la armonía emocional. Para muchos, el estrés crónico
conduce a menudo a enfermedades físicas y mentales.
Estudios
realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ponen en evidencia la
relación entre el estrés laboral y el equilibrio saludable entre trabajo y vida
personal. El Instituto Americano para el estudio del estrés encontró en una
encuesta que en aproximadamente el 25% de los encuestados el estrés los había llevado
a las lágrimas en el centro de trabajo, y otro 62% de los trabajadores han experimentado
dolor en el cuello secundario a problemas en el trabajo. Claramente, el estrés
crónico ejerce un impacto negativo en el bienestar emocional y físico del trabajador.
Los trabajadores reconocen su situación y están buscando ayuda para manejar su
estrés relacionado con el trabajo.
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