lunes, 27 de noviembre de 2017

Sistemas de salud fragmentados



Los sistemas de salud de America latina se han caracterizado por la inequidad y exclusión social, y desde su origen se han desarrollado bajo un modelo de segmentación y fragmentación conveniente a los intereses políticos y económicos de los sistemas de gobierno neoliberales, los mismos poderes que se extienden al interior de los institutos. Los modelos sanitarios no se centran en la prevención de enfermedades y promoción de la salud, tampoco en las necesidades y expectativas de los usuarios, sino en el diagnostico y en la curación de la enfermedad apoyándose de manera excesiva en el soporte tecnológico, asistencialismo que se fragmenta al interior de los establecimientos y se desintegra en los otros niveles de atención, lo que ocasiona perdida de continuidad, calidad y economía en el sector.


Los sistemas de salud deben reinventarse para enfrentar los grandes retos como la pobreza, la desigualdad social, la transición demográfica y epidemiológica que se manifiesta en la morbilidad y mortalidad incrementada por cáncer, crónico degenerativos y cardiovasculares, además de una población cada vez más informada, con mayores expectativas y demanda de calidad de los servicios.

Los hospitales pertenecen a un sistema fragmentado y segmentado, cuyo desempeño se basa en la actividad curativa, en la cama hospitalaria, y es en esta donde se concentra todo el gasto y preocupación de los actores. Los déficits de cobertura, un primer nivel no resolutivo y la cronicidad de los escasos recursos en los hospitales, hacen que de manera permanente el sector sanitario viva en un estado de crisis por el desequilibrio entre la demanda creciente de la población y la oferta limitada de los servicios de salud.

A pesar de los esfuerzos de diferentes organismos para organizar los sistemas de salud, los resultados han sido desalentadores, con excepción de Chile, Costa Rica y Cuba que tienen los mejores indicadores sanitarios. En México, desde la creación del sistema de salud en 1943, son tres los institutos responsables de proveer servicios de salud a los mexicanos: Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado (ISSSTE) e Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas de México (ISSFAM), y con la reforma estructural en materia de salud del 2003, surgió el Sistema de Protección Social en Salud, cuyo brazo operativo es el Seguro Popular, y ni con todo este esfuerzos, se abatió el funcionamiento fragmentado y desintegrado, y hasta ahora no se han resuelto los desequilibrios financieros ni la segmentación  del acceso a atención a la salud. Por lo tanto, es necesario virar hacia nuevas modalidades con el fin de incrementar la cobertura de atención sanitaria en los países de américa latina, apoyándose en la red, la sistematización y las tecnologías de la información.

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