Abraham Lincoln, dijo en diciembre de 1862 ante el Congreso
Norteamericano. "Los dogmas del pasado silencioso
son inadecuados para el presente tempestuoso. La ocasión es una montaña
de
dificultades, y debemos crecer con la circunstancia. No ponernos a la
altura,
sino crecer con ellas. Como nuestro caso es nuevo, entonces tenemos que
pensar
de nuevo y actuar de nuevo. Debemos desencantarnos nosotros mismos y así
podremos salvar a nuestro país”.
Este fragmento de un discurso muy lejano en el tiempo, y en un país
ajeno, mas no lejano, pero que viene muy a modo para los tiempos que nos
ha tocado vivir. Estamos ante nuevos tiempos, ante nuevos retos, pero
pareciera que estamos empeñados en vivir de la misma forma en que lo
hacian en las generaciones pasadas, por lo menos en lo que se refiere a la
educación. Nuevas formas de vida, nuevos escenarios, nuevos
planteamientos, multiculturalidad, pluralismo y unificación del género
humano, ¿Porque no romper con viejos paradigmas? -por no mencionar los
dogmas- y crear nuevas perspectivas en el vasto mundo del conocimiento, y
de la educación
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